Jesse Livermore
En nuestro apartado de Leyendas del Trading, no puede faltarnos la figura del especulador más grande de todos los tiempos, como algunos se atreven a llamarlo. Y es que Jesse Livermore es el típico ejemplo del sueño americano, que cualquiera puede conseguir.
Para entender la filosofía de inversión de alguien, debemos conocer un poco de su biografía, y cómo llegó a conseguir lo que consiguió Livermore.
- No hay nada como perder todo lo que tienes en este mundo para aprender lo que no debes hacer. Y cuando sabes lo que no tienes que hacer para no perder dinero, empiezas a aprender lo que hacer para ganar. ¿Lo entienden? ¡Empiezas a aprender!
- Los valores se manipulan hasta el punto más alto posible, y después se venden al público en el descenso.
- El temor y la esperanza siguen siendo iguales que antes, no han experimentado cambios; por lo tanto, el estudio de la psicología del especulador es tan válida como antes.
- Pienso que la gente necesita un líder, necesita que le digan lo que hay que hacer y cómo hacerlo. Siempre se mueven como una masa, como una manada ya que así se sienten más cómodos. Están asustados si se mantienen fuera de la manada y nadie quiere quedarse fuera del grupo, siguiendo la teoría de la opinión contraria.
- Los tontos han intentado siempre conseguir algo a cambio de nada, y la gran atracción de todos los ‘booms bursátiles’ es siempre, un instinto de juego elevado por la avaricia y por un desmedido deseo de prosperidad. La gente siempre busca dinero fácil.
- Los mercados nunca están equivocados; las opiniones a menudo.
- Un hombre deber creer siempre en sí mismo y en su juicio si piensa ganarse la vida en este juego. Por eso es por lo que no creo en las recomendaciones de valores concretos.
- El hombre medio no desea que le digan si el mercado es alcista o bajista. Lo que desea es que le digan, de forma específica, qué valor comprar o vender. Quiere algo por nada. No desea trabajar. Ni siquiera desea pensar.
- Los enemigos mortales del especulador son: la ignorancia, la codicia, el miedo y la esperanza.
- Los principios del éxito en la especulación de valores se basa en la suposición de que la gente, en el futuro, seguirá cometiendo los mismos errores que se cometieron en el pasado.
- Los inversores, a diferencia de los especuladores, son los grandes jugadores. Tras hacer una apuesta, se aferran a ella y si la operación es perdedora se arriesgan a perderlo todo.
- En la mayoría de los casos el objeto de la manipulación es, vender al público, al mejor precio posible. No es sólo cuestión de vender, sino de distribuir. Obviamente, es mucho más conveniente que un valor esté en manos de mil personas, y no en manos de un sólo hombre.
- Otra lección que aprendí pronto es que no existe nada nuevo en Wall Street. No puede haberlo porque la especulación es tan vieja como las montañas. Cualquier cosa que suceda en el mercado hoy, ha sucedido antes y sucederá otra vez.
- He podido ver, cómo cierto rumor, sobre mi mismo, crecía tanto, que la misma persona que lo inició, no lo reconocía cuando el rumor llegó de nuevo a sus oídos en menos de veinticuatro horas.
- Sólo hay un lado del mercado, y no es el lado alcista ni el lado bajista, sino el lado correcto.
Un chico humilde, hijo de granjero, nacido en Massachusetts en 1877. Siendo aún adolescente, Jesse decidió que los estudios no eran lo suyo. Por lo tanto, se marchó en busca de aventuras a Boston, después de dejar la escuela sin finalizar sus estudios.
En Boston encontró un empleo como "Board Boy" (chico de la pizarra). Su trabajo era sencillo. En 2019 nos parecerá de locos operar sin tener las cotizaciones en tiempo real en nuestras pantallas. De hecho, solemos buscar servidores y proveedores de información, cada vez más potentes y rápidos. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los precios se actualizaban manualmente, anotando las variaciones en una pizarra con una simple tiza.
Como Jesse Livermore era un chico observador, empezó a notar que los precios se movían siempre de una forma predecible. Se dio cuenta de lo que esto significaba. Si era capaz de acertar lo que haría el precio en el futuro, podría ganar mucho dinero, como hizo más tarde.
Primeros pasos de Jesse Livermore
Aquel trabajo, no le dejaba mucho margen de ahorro, como para poder dedicarse a invertir en acciones. Por lo tanto, tenía que idear la manera de poder "apalancarse", como diríamos hoy día, aunque por aquellos años, no existían productos derivados al alcance de cualquiera, como sucede en 2019.
Pero una mente inquieta y emprendedora, siempre encuentra la forma de cumplir su propósito. Jesse, empezó a frecuentar casas de apuestas en la hora del almuerzo, los llamados “Bucket Shops”. Es decir, que para cumplir su propósito, Livermore sacrificaba su hora de la comida, por buscar un futuro mejor. Lo que hoy denominamos salir de la zona de confort.
Estos lugares estaban frecuentados por especuladores. Lo bueno de estas casas de apuestas, es que le permitían apostar por el movimiento del precio de las acciones o commodities (materias primas).
Con solo 15 años, Jesse Livermore hizo una pequeña fortuna de 1000$ tratando de adivinar el movimiento del precio de las acciones. Si en 2019 en España, 1000$ es el salario de muchos trabajadores, tratemos de imaginar lo que suponía a principios del siglo XX, ¡¡¡ con tan solo 15 años¡¡¡.
Parece que a su jefe no le hizo mucha gracia que frecuentase los “Bucket Shops”, y acabó despidiendo a Jesse. A veces, un contratiempo es lo mejor que nos puede pasar para seguir avanzando. Y es que, como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. Ahora tenía la posibilidad de apostar durante todo el día, y no solo a la hora de la comida.
Livermore comienza a enriquecerse
Jesse Livermore tuvo tanto éxito apostando en los “Bucket Shops” de Boston, que terminaron por prohibirle la entrada. Se marchó a la costa oeste de los Estados Unidos, y siguió apostando por los precios de las acciones y materias primas.
Antes de tener que disfrazarse y entrar en estas casas de apuestas con nombres falsos, Jesse acumuló una pequeña fortuna de 50 mil dólares. Mucho dinero para un adolescente a principios del siglo XX.
Con 20 años, se marchó a Nueva York, donde comenzaría su verdadera Leyenda.
Siguiendo consejos...
Si hasta la fecha había logrado hacer fortuna siguiendo su instinto y su método de predicción, en 1906 se dejó aconsejar y se puso corto en una empresa que comenzó a subir y subir.
Imaginemos la situación, porque la información privilegiada que pensaba que había recibido, le hizo sufrir. Había apostado demasiado fuerte por que "Union Pacific" bajaría.
113 años han pasado desde aquella fecha que pasó a la historia. 113 años del devastador terremoto que sufrió San Francisco, y que salvó a Jesse Livermore de aquel mal momento en el que se dejó aconsejar.
La compañía de ferrocarriles, empezó a desplomarse en bolsa, a causa de las pérdidas que el terremoto le causó. A su vez, Livermore cerró la operación con una ganancia de 250 mil dólares de 1906. Toda una suerte y a su vez proeza, por saber aguantar la posición hasta cerrar con ese beneficio, después de haber estado sufriendo con la pérdida. Cualquiera en su situación, hubiese cerrado en punto de equilibrio.
Excelente Trader, pésimo gestor
A partir de 1907, Jesse se ganaría el apodo de "Bear Raider", ya que operaba siempre poniéndose corto. Sus operaciones eran de un gran volumen, y se rumorea, que incluso J. P. Morgan, le pidió bajar su volumen de operaciones.
William Delbert Gann, trader que desarrolló en análisis técnico los ángulos de Gann, nos describe a Livermore como un trader excelente, y que siempre pagaba sus deudas. Por eso mismo, Gann ayudó a Livermore cuando se arruinó años más tarde.
Según Gann, Jesse Livermore era uno de los mejores traders de su época, pero su problema era que no sabía mantener el dinero que ganaba con facilidad. Todo porque cuando ganaba, seguía especulando cada vez con más capital, sin llevar un control monetario adecuado.
Livermore, viviendo al límite
Jesse Livermore, ganaba tanto dinero especulando en los mercados, que su fama empezó a ser conocida por todo el mundo. Cuando se hablaba de millonarios, siempre salia a relucir el nombre de nuestro protagonista: "eres tan rico como Livermore".
Empezó a llevar un nivel de vida que la mayoría no podemos ni soñar. Su fama traspasó USA y ya era conocido en todo el mundo. Se compró un super yate de lujo, salió con famosas y actrices de la época, y el mundo estaba pendiente de sus operaciones, que siempre hacía muy apalancado. Cada operación le reportaba millones de dólares, hasta que el gobierno empezó a poner límites a su operativa.
Con ese estilo de vida, y los gobiernos vigilando de cerca sus movimientos, Livermore llegó a arruinarse hasta tres veces. El gobierno pensaba que Livermore jugaba con ventaja, y siempre acababa sacando nuevas normas que perjudicaban a su modo de operar.
Podríamos seguir hablando de sus posesiones lujosas por todo el mundo, sus oficinas en la quinta avenida desde donde operaba, o sus fiestas cargadas de excesos. La vida de Jesse Livermore, nos recuerda a Jordan Belfort, más conocido en la actualidad, por la película "El Lobo de Wall Street".
Una vida cargada de excesos, le llevó a un final trágico. En 1940 Livermore se pegó un tiro, poniendo así fin a una vida llena de altibajos.
Mejor vamos a centrarnos en su legado como trader, que quizás nos aporte algo interesante para nuestro propio trading.
Lecciones de Jesse Livermore para tu trading
Después de conocer la vida de Jesse Livermore, ahora vamos a centrarnos en la biografía novelada de Jesse Livermore.
"Memorias de un operador de bolsa", nos deja enseñanzas sobre el secreto del éxito de Jesse, operando en los mercados.
Aunque Jesse Livermore rompió sus reglas en más de una ocasión, lo cierto es que no especulaba sin criterio. Veamos los puntos fuertes del sistema de trading, que tanta fama le aportó.
El secreto de Livermore, resumido en 6 puntos
Repasando las reglas básicas de Jesse Livermore, caigo en la cuenta de que no difieren mucho de las reglas que se marcaba otro gran trader de la época: Ed Seykota
Cortar las pérdidas rápidamente
- En 2019, esta regla de oro de cualquier curso de trading, parece más que obvia. Algunos sistemas de trading no aplican esta norma, ya que su fuerte puede ser otro punto. No obstante, salirse de una posición cuando se vuelve en nuestra contra, parece algo obvio. El problema radica en la volatilidad que existe en el mercado en el siglo XXI, ya que debemos de pensar, que el mercado hoy día está mayormente movido por máquinas que operan a velocidades impensables para aquel entonces. Por lo tanto, tendríamos que especificar qué entendía Livermore por "rápidamente", y analizar si esos niveles siguen vigentes en 2019.
Aumenta la posición cuando se confirma el escenario
- Cuando Livermore entraba en una posición, solía hacerlo con poco volumen, hasta que el mercado le confirmaba que no se había equivocado. Es entonces cuando empieza a "piramidar al alza". Conforme el precio va siguiendo la tendencia, Livermore aumentaba sus posiciones. Esta punto, tiene bastante en común a la estrategia de cajas que seguía Nicolas Darvas
Buscar acciones líderes, para encontrar a los grandes ganadores
- En este punto, Jesse Livermore discrepa totalmente del sistema de Investing Value, que aplicaba Benjamin Graham. Jesse no perdía el tiempo analizando el fundamental de una empresa, para saber si estaba barata. Livermore, prefería buscar las empresas que mejor lo estaban haciendo en el momento, y se subía a la tendencia.
Mantener la posición, hasta que el mercado nos quite la razón
- Muchos traders se marcan objetivos, tanto de ganancias como de pérdidas. Jesse Livermore prefería salir lo antes posible de una operación perdedora, y mantenerse todo el tiempo posible en una ganadora. Esto que escrito parece fácil y lógico, en la práctica no resulta tan sencillo, porque hay que saber distinguir un pequeña corrección del precio, de un cambio de tendencia.
Buscar los nuevos máximos históricos
- Este punto hace referencia a lo mismo que el de buscar acciones líderes. En este caso, Livermore nos recomienda entrar en posiciones que estén rompiendo sus máximos históricos una y otra vez. Prácticamente lo que ocurre en nuestros tiempos con el Dow Jones. Volvemos a lo de siempre, es muy fácil decirlo, pero cuando nos encontramos en ese punto, no tenemos referencias por arriba, y tendremos muchos bajistas esperando la corrección.
Controle sus emociones
- Este punto es importantísimo. Un sistema puede ser el mejor del mundo para un trader, y no funcionarle a otra persona. De hecho, existen cientos o miles de cursos de sistemas supuestamente ganadores. Por ejemplo, en este caso, Jesse Livermore nos da las claves de su éxito, pero entonces ¿por qué la mayoría de nosotros no ganará aplicando sus reglas?. Básicamente todo radica en la Psicología del Trading. Las emociones arruinan los planes.
Estos son los puntos básicos del sistema de Livermore, pero también fue dejándonos muchas más frases, que pueden considerarse también como enseñanzas.
Jesse Lauriston Livermore fue un inversor estadounidense, que vivió desde 1877 a 1940.
Fue uno de los traders más conocidos del siglo XX. Pocos pudieron acumular o perder dinero tan rápido como Livermore y desde muy joven. Tomaba posiciones muy apalancado que le hizo ganar mucho dinero y arruinarse varias veces en su vida. Livermore hizo millones de dólares, dejando una herencia de menos de 10.000 dólares
Jesse se suicidó, disparándose un tiro en la cabeza, sentado en una silla en el guardarropas de un hotel
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